«صخرة الذكريات» «رحلة عبر الزمن في ارض الطفولة»

«صخرة الذكريات»
«رحلة عبر الزمن في ارض الطفولة»
“La Roca de losLa Roca de los Recuerdos: Un Viaje a través del Tiempo en la Tierra de la Infancia”
قصة قصيرة بقلم الشاعر والمؤرخ
«نيستور الفارادو»
مترجم للعربية
بقلم معالج نفسي
«ا. رودينا شريف»
Un cuento de una colección de cuentos que cuenta la vida del poeta e historiador
«Nestor alvarado»
Traducido al árabe por la psicoterapeuta
« Sra. Rodaina SHERIF»
الصخرة الكبيرة
اليوم صعدت إلى الصخرة الضخمة التي كانت في أراضي والدي، عندما كنت طفلاً وفي سنوات شبابي الأولى. كانت هذه الصخرة الكبيرة تقع على بعد أمتار قليلة من البيت القديم حيث ولدنا وتربينا أنا وإخوتي. اليوم، الصخرة هي جزء من أراضي بلدية سان فرناندو وقد تم تحويلها إلى حديقة، والتي، بالمناسبة، مهملة تمامًا. الصخرة كبيرة جدًا، بحجم مبنى. في الجزء الشرقي من الصخرة، الذي كان قاعدتها، كان هناك كهف حيث كانت الحيوانات الأليفة تنام في الليل. ما جعل هذه الصخرة المهيبة جذابة تمامًا هو أن معظمها كان مغطى بنباتات جميلة، بما في ذلك بعض الشجيرات. من بين النباتات التي أتذكرها كانت هناك أنواع من السحلبية. كان هناك نوع من السحلبية خاصة، تسمى “زهرة المسيح”، التي كانت جدتي تستخدمها كنبات طبي. كنت المسؤول عن الذهاب لجمع الزهور حتى تُعدّ “علاجاتها” بيديها الرشيقتين والصغيرتين، عندما كانت الظروف تتطلب ذلك. كانت هناك أيضًا بروميليادس بلون أحمر بالقرب من الحافة، وكان من المستحيل الوصول إليها. كم مرة كنت أخاطر بمحاولة المغامرة لاقتلاع تلك الجمال المغازلة التي كانت تدعوني لألمسها على حافة الهاوية. وبالمثل، كانت هناك أشنات بلون أخضر ساحر، بحجم ذيل خنزير. كان الطريق الأسهل للصعود إلى هذه الجوهرة الطبيعية الجميلة هو الطريق القريب من المنزل، الذي كنت أصعده كما لو كنت قردًا بريًا حقيقيًا. كانت دجاجاتنا تُنشئ أعشاشها في الصخرة، وكنت أحب متابعة خطواتها المتخفية عندما كانت تذهب لوضع بيضها خلال النهار. أتذكر مرة، عندما فاجأتني جدتي بندائها، لأنني كنت قد تتبعت دجاجة وعشها كان يحتوي على الكثير من البيض، وكانت قد وضعتها في قبعتها، لكنها لم تستطع النزول دون تعريض حمولتها الثمينة للخطر، لذلك نادت عليّ لمساعدتها في النزول بالبيض سالمًا. كان عمري ست أو سبع سنوات في ذلك الوقت. عندما كبرت، كنت أستمر في الصعود إلى الصخرة لأنني كنت أُذهل بالتأمل في المحيط. كنت أشاهد حقول الذرة المزهرة للجيران ومنازلهم ذات الأسقف السوداء والمدخنة. وتلك الحقول القمحية التي كانت تتمايل على إيقاع الريح. من الطريق الوحيد القريب، كنت أشاهد المشي البطيء أو السريع لأهل القرية الذين كانوا يذهبون لأداء أعمالهم في الحقل. كان من الجميل سماع الصفارات المبهجة للعديد من القرويين أثناء سيرهم محملين بأدواتهم أو برميل الحليب من أبقارهم المخلصة. كانت الألحان التي كانوا يغنونها في صفيرهم تجعل قلبي يهتز. اليوم كل ذلك مات. بدلاً من الصفارات المبهجة والممتعة، بقي صوت المركبات الآلية المنافسة والصراخ بصافرات الدخان. اليوم، الكهف الذي كان يؤوي الحيوانات الأليفة، يؤوي عددًا قليلاً من المرضى المدمنين على الكحول الذين يبحثون عن ملاذ ليطلقوا العنان لأحزانهم، جنونهم، وواقعهم الحزين. اليوم، من نفس المكان الذي كنت أستمتع بالنظر إلى الأفق، تذكرت سنوات الشباب؛ الساعات التي قضيتها في القراءة والتأمل في كل ما يحيط بي. وكيف لا أتذكر، إذا كانت هذه الصخرة مرات عديدة كانت ملجأي، لأنني كنت أختبئ فيها من العقوبات التي كان والدي بالتأكيد سيفرضها عليّ بسبب عصياني وتمردي المستمر كمراهق شجاع ومتعجرف. اليوم برؤية حزينة، لاحظت أن نباتات غريبة قد استولت على المكان وتخنق زهرة الاوركيدا الجميلة، التي تقاوم كما أفعل أنا لكي لا تستسلم في عالم مجنون وغريب.
✨✨✨✨✨✨✨
LA ROCA GRANDE
Hoy ascendí la inmensa roca que estaba en los
terrenos de mi padre, cuando era niño y en mis
primeros años de juventud. Esta gran piedra
estaba localizada a pocos metros de la casita
vieja donde mis hermanos y yo nacimos y
crecimos. Hoy la roca es parte de los terrenos
del Gad municipal De San Fernando y ha sido
convertida en un parque, que, dicho sea de paso,
se encuentra en completo abandono. La roca es
muy grande, del tamaño de un edificio. En la
parte este de la roca, que vendría a ser la base
de la misma, había una cueva donde, en nuestra
niñez, los animales domésticos pernoctaban por
las noches. Lo que hacía totalmente atrayente a
esta majestuosa roca era que la mayor parte de
ella estaba cubierta de una hermosa vegetación,
incluyendo algunos arbustos. Entre las plantas
que más recuerdo estaban variedades de
orquídeas. Había un tipo de orquídea en
especial, llamada ‘Flor de Cristo’, que mi abuela
utilizaba como planta medicinal. Yo era el
encargado de ir a colectar las flores para que
ella preparara sus “remedios” con sus manos
ágiles y pequeñas, cuando las circunstancias lo
ameritaban. También había bromeliads de un
color rojizo muy cerca del borde, que era misión
imposible llegar a ellas. Cuántas veces peligré
tratando de aventurarme para arrancar esas
bellezas coquetas que me llamaban a
acariciarlas al borde del precipicio. De igual
manera, colgaban musgos de un color verde
encantador, del tamaño de la cola de un cerdo.
La ruta más fácil para subir a esa preciosa joya
natural era la que estaba cerca de la casa, por la
cual yo subía como si fuera un verdadero mono
salvaje. Nuestras gallinas hacían sus nidos en la
roca y me encantaba seguir sus pasitos
disimulados cuando iban a poner sus huevos
durante el día. Recuerdo una vez, en que mi
abuela me sorprendió con su llamado, ya que
había seguido a una gallina y su nido tenía
muchos huevos, y los había colocado en su
sombrero, pero no podía descender sin poner en
riesgo su preciosa carga, así que me llamó para
que la ayudara a bajar con los huevos sanis y
salvos. Yo debía haber tenido seis o siete años
en aquel entonces.
Cuando crecí, seguía subiendo a la roca porque
me extasiaba contemplar los alrededores. Mirar
los maizales en flor de los vecinos y sus casitas
de teja ennegrecidas y humeantes. Y esos
trigales que se mecían al son del viento. Por el
único camino cercano, observaba el lento o
rápido caminar de la gente del pueblo que iban a
realizar sus faenas en el campo. Era tan
hermoso escuchar los alegres silbidos de
muchos aldeanos al caminar cargados con sus
herramientas o el barril de leche de sus fieles
vacas. Las melodías que entonaban en su silbo
hacían vibrar mi corazón. Hoy todo eso ha
muerto. En lugar de silbidos alegres y
placenteros, han quedado el ruido de
automotores compitiendo y vociferando
silbatinas de humo.
Hoy la cueva, que albergó animales domésticos,
alberga unos cuantos enfermos alcohólicos que
buscan refugio para dar rienda suelta a sus
penas, locuras y triste realidad.
Hoy, desde el mismo lugar donde me deleitaba
con mirar el horizonte, recordé los años de
mocedad; las horas que me pasé leyendo y
contemplando todo lo que me rodeaba. Y como
no recordar, si esa roca muchas veces fue mi
refugio, porque allí me ocultaba de los castigos
que mi padre por seguro me iba a propinar pir
mis continuas desobediencias y rebeldías de
adolescente bravucón y caprichoso.
Hoy con tristeza observé, que plantas extrañas
se han apoderado del lugar y están ahogando a
las bellas orquídeas, que se resisten como yo a
no darse por vencidas en un mundo loco y
extraño.
Nestor alvarado


